Por Alfonso Rodríguez Sapiña
A CONTRACORRIENTE VOY:
A CONTRACORRIENTE VOY:
si
me llaman esclavo
respondo
apagando la televisión
“de
los ciudadanos”
si
me llaman radical
me
tumbo junto al árbol
de-las-grandes-ideas-para-empezar
si
me dicen violento
igual
hasta les doy la razón en el acto
(tendré
que discutirlo en la célula…)
si
me llaman enfermo
busco
la bondadosa fiebre del aprecio
que
ya dispararé más tarde esa bala
si
me dicen trasnochado
da
igual porque ya estaba durmiendo
y
por el camino soñando
si
me llaman inmaduro
yo
de todas formas los pongo verdes
si
me dicen pasivo
ya
me lo pensaré mejor el día de mañana
(siempre
cojo empeño al día siguiente)
si
me llaman incoherente
yo
pregunto dónde ha habido lo contrario
si
me dicen impaciente
no
tengo Salmos para ellos y prefiero leer
en
una manecilla de reloj que en una nube quieta
si
me llaman fracasado o perdedor
no
me revuelvo demasiado que el corazón
ya
sufre lo suficiente de suyo
como
para prestar atención a esas idioteces
si
me dicen torpe
en
verdad que lo acepto, si de por medio está
la
auto-exigencia de uno y la sonrisa del otro
QUE EMPIECE EL BAILE DE LA
REVOLUCIÓN
al
menos en las paredes
inmoralizando
con corazón libro martillo
al
menos en las paredes
el
movimiento en que se bautiza el agua
con
todo color dolor sabed
de
lo que avanza pueblo tribu
música
para que en un giro
estas
casas se llenen de nosotros
y
un algo de luz que no está sólo en la luz
y
un algo de calor que no está sólo en el calor
o
sea llorar y no saber
reír
y no saber
si
morirás mañana
porque
morirás de pie
y
no importa si tu inspiración
fue
Lenin Sandino Durruti el Ché
si
tu inspiración fue cualquier verso
que
no escribiste porque siquiera hubo intención
si
tu inspiración fue la rima con el asfalto
o
las roderas entre el maíz y el trigo
y
te espera una chica en ciudad Ho Chi Min
un
familiar en Bogotá
o
tu propia sombra en Madrid
que
comience la danza imposible
de
la estatua griega
y
sea Dionisos recuperado de la roca
y
sea el Premio Nobel capaz de ver
la
violencia legítima de los descamisados
y
sea capaz de ver el televidente
la
sucesión “de unos besitos interclasistas”
donde
los labios apuran la explotación
que
sea posible decir hasta la victoria
o
venceremos, pensando en el inmediato
mañana
al
menos en las paredes
no
tan imposibles
comunicantes
que
ya insinúan el primer gesto…
PADRE, CONFIESO QUE ME ATRAE
su
hambre de lascivia a través de las rejas
y
su voz me inspira
más
allá de los domingos
cuando
estoy lejos de su iglesia
y
pasa un chico negro
y
yo le regalo la palabra del señor
que
ha de venir de nuevo
a
redimirnos de toda tentación y pecado.
Y
es tan difícil, padre
no
acordarse de esa su hambre
tan
difícil…
ARREGLANDO EL PAÍS
En
el bar se reúnen los vecinos
que
con palabras hacen bricolajes
y
aún planes quinquenales
entre
el asco de la muerte
y
los ojos llorosos de la vida
van
exhumando recuerdos
y
enterrando políticos
piden
un pincho se toman un café
o
una cerveza
y
con dientes débiles
y
mono azul apretado
marchan
o quedan al abrigo
de
las miradas
y
chistes de madrugada
que
con sol de invierno
calientan
madres
calientan
madres de madres
mientras
alguno se atreve
a
ser revolucionario
ASÍ PARA QUE JUEGUES CON TU BOCA
las
realidades que se te negaron
encaramado
a la cárcel y viento irresistible
de
las palabras con que se puede
con
las que se quiere
lanzar
más allá las manos de los niños
para
aquellos que no hubo más que hambre
de
pan y no alcanzó otro anhelo.
Redención
en la tierra.
Para
que juegues con la boca sin leche
y
a paso de monte
en
otra boca preñados de inocencia.
Ante
el juicio de las estatuas
y
lo que de ruinas hay en nuestros mayores
mudos
a veces de gritos
alegres
de mundos nuevos
con
la sonrisa que no han de vernos.
PRENDIDAS DE LA CALLE
van
las bocas de este verso
y
sin querer queriendo
toman
la imagen de mujeres
a
las que amo-amé
toman
palabras
que
no acabo de entender
pero
que andan caminos
de
subversión.
Dejar
atrás ventanas
para
la sola angustia
salir
de mí para casi huir
de
mis deseos hasta que toque
hablarles
de usted.
Las
bocas de este verso
serán
las más esperadas
y
también las que se arrimen
algún
día –voy entendiendo cómo-
a
servilletas de un bar
donde
se vio un poeta
dicen
enfermo
dicen
comunista
para
seguir la marcha de las palabras
que
nos hicieron respirar
que
calmaron la sangre
pero
no el nervio
hacia
la nueva primavera
de
la insurrección.
ESTOY ESPERANDO AHORA EL TIEMPO DEL
PLACER
escondido
aguardo la consolación del orgasmo
el
premio de la risa
estoy
esperando una mujer cosificada
con
que mi boca estalla en arcadas
quiero
ser cruel y torturarme
mientras
espero aquello que siquiera intuyo
y
es objeto de tantas palabras
el
disparo la bala certera
en
que el espíritu el psiquismo
en
que la personalidad se descompone
y
sus trozos vuelan –sí: estoy esperando-
con
alas de fuego y frías de hielo
cual
tentáculos infantiles
para
atraparte con mi imaginación
al
sofá material en que te haré el amor.
Si
espero es porque no hay nada mejor:
no
hay grandes revueltas
ni
yo soporto disciplinas de organización
no
hay perfectos juegos
con
la compañía de esos adultos
esos
que nada esperan.
Yo
dije creyéndome fecundo poeta
-no
sé qué se hará la historia conmigo-
“vive
fuertemente”, pero dije también:
“no
desearía fingir una fuerza
que
no siento, que no tengo”.
He
aquí lo que pide el abrazo
y
tira de nosotros como un bondadoso
inconsciente
que sentara sus alegrías en un diván
que
contagiara su risa a nivel de ecos
que
deletreara el recuerdo
y
el más hermoso de los delirios
en
la confusión de su deseo realizado.
He
de torturarme y erigir
castillos
hundidos en el mar
formar
olas gigantescas
y
también praderas y lagos diminutos
porque
ya hago algo más que sospechar
que
mi felicidad pierde fuego
y
la tragedia del mundo me acomete
me
arrastra y me invita a nuevos propósitos.
He
aquí una filosofía:
mi
eterno retorno a lo parecido en mí.
Yo:
alguien diferente…
¿qué
más he de hacer por mí?
¿cuándo
llegará la próxima
hora
del crecimiento?
Si
estoy esperando a esto y aquello
si
estoy esperándote
si
estoy esperándome
Buscaré
esto y aquello.
Te
buscaré con palabras
hasta
que el pacto de la piel
selle
su distancia.
Me
buscaré crítico y pletórico
y
os buscaré a todos, amigos
también
en mí.
La
montaña quiere ir a Mahoma.
Es
su voluntad dormir y levantar el fusil
enterrar la lágrima…
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