Nueva tanda de poemas

Por Alfonso Rodríguez Sapiña 

VIVO EXILIADO DEL RÍO Y DEL MONTE
tan sólo busco una chica que soporte
que comparta mis nomadismos y mis sedentarismos
que se quede conmigo en la pequeña corte
de un barrio de la periferia
de una pequeña ciudad de mar y desierto
que viva conmigo el arbusto y el camino asfaltado
y que huya al sur o al norte
donde nazca el arroyo, la soledad del valle…

¡lastimada de congoja general!
ante nuestra marcha y la de algunos más
ser exiliado aquí y allá de tu propia prisa
para irte, ver, quizás tocar y después sentirte echado
por vientos de cambio contagiado de alegría

¡de júbilo, de entusiasmo general!
ante nuestra larga estancia y la de algunos más
que han de ser vecinos también
del río, del monte… ¡de todo este vino
claro y denso horizonte!



NEGARÉ LA NORMA
simplemente porque no me satisface
y tomaré ignorante cada pastilla
hasta que nada quede
en mi memoria ni en mis testículos.
Seguiré apuntando al César de turno
con mis flechas de veneno versicular
nada más para negar la norma
con que nos encadenan y nos alienan
para que parezca que esos grilletes
siempre fueron parte de mi cuerpo.

Negaré con mi esperanza todo paisaje
que no implique grito y pancartas
en la calle, baile y besos en la noche
juego y risas para los chavales.
Saldré a ver todo cielo para cantar
resuelto y desafinado y  quizás llorar
¡como si fuera fin de mundo!

Negaré por unas horas o incluso algún día
el sueño si es que así encuentro
algún tesoro aunque no se trate de oro
algún tesoro que nos permita
soñar más allá de un día normal
en que nada pasa… ¿un tesoro como un poema?



10 SEGUNDOS QUE ESTREMECIERON EL MUNDO

¿un “tequiero”?
¿un orgasmo?
¿una estrella fugaz?
¿un puñetazo a la mesa?
¿una nota imprevista?
¿una idea que se pierde en la memoria?



NO ESTÁS PREPARADO PARA VERTE ENTRE PALABRAS
porque ves enemigos
porque ves tus miedos bajo la boca gesticulante
de quienes te amaron o te entorpecieron el camino.
No estás preparado para apuntalar cada verso de otro.
¿Te creías fuerte? ¿o más bien delicado?
Muy hábil debe ser la dulzura
¡casi laberíntica para que merezca unos labios!
¡piérdete, vamos! hasta que sientas un incipiente desmayo
hasta que te pinches con todas las rosas
hasta que deseches la censura sobre tus propios ojos
hacia lo inusitado. ¿Estás preparado?



Tus palabras están hechas para caminar

No hay comentarios:

Publicar un comentario