Se aproxima la Navidad de 2016. El PSOE ya lleva un
año de mandato desde su inesperada victoria electoral el 20D de 2015. La
risa fanfarrona de su líder, Pedro Sánchez, tuvo más efecto del esperado para
fomentar el voto de "los televidentes y las televidentas" (como a él
le gusta repetir). El panorama en España es el siguiente.
Lo primero que hizo el moderno de Pdr Snchz fue
visitar a la jefa germánica. Allí se presentó con el mensaje de asegurar que
España pagará sus deudas pero, exigiendo una flexibilización en el tiempo y una
rebaja en los intereses de pago. La respuesta de la canciller fue una rotunda
negativa: “¡Nein!”. El bueno de Pedro no tenía un plan B, así que
inmediatamente tuvo que rectificar los falsos presupuestos del PP y preparar a
la opinión pública de la necesidad de recortar 10.000 millones de euros. ¿Averiguan
ustedes? Correcto, sanidad y educación han vuelto a ponerse a dieta porque el
artículo 135 sigue vigente y no hay esperanza de cambiarlo (primero pagar la
deuda, después... ya se verá). Por lo que desde el inicio de la legislatura la
sombra de Susana es alargada.
Otro de los aspectos más destacados del programa
"el cambio que une" ha quedado congelado. La idea federal de España
para resolver el problema catalán ni avanza ni se la espera, puesto que
rápidamente el PSOE ha comprendido, como el PP, que lo interesante de la
cuestión catalana es discutir con la Generalitat agitando una bandera contra
otra, para que los sentimientos nacionalistas que salen de las entrañas de los
patriotas de hojalata sigan constituyendo un buen puñado de votos. Así que lo
de reformar la constitución ya llegará, si eso.
La reforma laboral del PP finalmente no ha sido
eliminada, solo retocada. En verdad, lo que se ha hecho ha sido volver a la
reforma laboral que el PSOE aprobó en la debacle de ZP. Y no deja de ser
significativo los guiños que los portavoces socialistas comienzan a hacer a la
idea del contrato único de Ciudadanos, involucrando a los líderes de los
sindicatos viejos, que a cambio de volver a tener protagonismo mediático
parecen capaces de tragar con todo.
En cuanto a equiparar las bajas de maternidad y
paternidad, sigue presente en los discursos socialistas pero, su desarrollo se
pospone para 2018. Las arcas estatales no permiten implantar esta medida en el
presente y siempre es mejor comenzar a hacerlo pensando en las próximas
elecciones generales, ¡no sea que el votante fiel vuelva a picar! Con la
prestación por hijo se apurará un poco más, no será hasta 2019 que se
desempolve este asunto. Entre tanto, achacar estos retrasos a la herencia
recibida por el PP es la mejor de las respuestas a las preguntas de los medios.
El tema de la Educación es de traca. Eso sí, está
permitiendo subsistir a las revistas de humor. Las viñetas de líderes
socialistas escorando los crucifijos en las aulas para que se vean menos dan
mucha risa. Treinta años con la misma cantinela contra el Concordato desde la
oposición, pero en el poder la cosa cambia, y de hacer pagar el IBI a la
Iglesia ni rastro.
La situación en España es la normal
cuando gobierna un partido que ha perdido toda esencia de lo que en un tiempo
muy lejano fue. De hecho, el nuevo y patético cántico de sus juventudes lo
sintetiza todo: "ista, ista, ista, España es socioliberalista". ¡Y
tan anchos, oiga!
Fantástico
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