Por primera vez en El Perro Rojo abrimos la revista con un
editorial que nos posiciona en relación a las próximas elecciones del 20 de
diciembre. No somos ingenuos y sabemos de sobra que los cambios sociales no se
producen metiendo un sobre en una urna. Para hacer de este país de países un
lugar siquiera decente, son necesarios muchos años de recomponer los mimbres de
fraternidad, la base de una auténtica
democracia. Son necesarias las reivindicaciones de las asociaciones vecinales,
la fuerza de colectivos de ayuda mutua
como la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), el ímpetu de las
mareas ciudadanas, las luchas sindicales, las pequeñas revoluciones de cada
día... Es también necesario arrebatar el discurso de lo popular a quienes han
convertido las tradiciones, la memoria y hasta los festejos locales en un
cortijo donde invitar a políticos para hacerse fotos. Se trata, en definitiva,
de un largo camino en el que construir un contrapoder que defienda los valores
de la mayoría, y que se resume básicamente en cuidar los unos de los otros.
Es por ello que las próximas elecciones generales no son el
final de nada, sino el inicio de algo y, precisamente por eso, son
fundamentales. Es evidente que, desde El Perro Rojo, estamos con las fuerzas
políticas que proponen un cambio real, y que no son otras que Podemos (Compromís-Podemos-És
el Moment en País Valenciano) y también con Izquierda Unida que se presenta
como Unidad Popular. Entonces, para el especial elecciones 20D, hemos imaginado
qué pasaría si, en lugar de ganar los partidos políticos que despiertan
nuestras simpatías, lo hicieran aquellos que no proponen ningún tipo de
alternativa al sistema actual: PP, PSOE, Ciudadanos y UPyD. Esta vez hemos jugado con la ironía y la crítica
para trazar una serie de retratos de un futuro hipotético y nada esperanzador,
de un futuro que no queremos y por el que, desde estas líneas, seguiremos
aullando para que nunca llegue.
Perro rojo no tiene pulgas, es un perro limpio y sanote, currando y creativo, buen corazón... seguro que mueve la 'coleta' cuando le sonríen. PODEMOS!! OLTRA, OLTRA! Au cacau... Colau. Estoy con vosotros :)
ResponderEliminarPerro rojo no tiene pulgas, es un perro limpio y sanote, currando y creativo, buen corazón... seguro que mueve la 'coleta' cuando le sonríen. PODEMOS!! OLTRA, OLTRA! Au cacau... Colau. Estoy con vosotros :)
ResponderEliminarey que os habéis olvidado del PCPE, ¿o qué pasa que los comunistas no proponemos cambios dignos de figurar en un Editorial perruno? :D
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