Por Alfonso
Rodríguez Sapiña
Hace
unos meses estando ingresado –o secuestrado por las instituciones de la locura,
como se prefiera- me comunicaron la muerte de Leopoldo M. Panero. No sé porqué
no llegué a enterarme de la muerte del también poeta Juan Gelman, al poco de
editarse su obra poética completa a la que pudo sumarse Hoy (su último poemario)…
¿un cadáver cruzando La
Plata para buscar su nieta montonera? ¿sus almas victoriosas derrotas con
bastón y pluma en mano?
“Hoy”
tiene un triple significado (el hoy señalado, la órbita de la Tierra): nada
preciso pero útil para cuantificar por lo menos la calidad de la literatura de
Galeano. Hoy es también el tiempo que tengamos presente en la cabecita y la
boca las palabras de Eduardo…
…
hace años, necesitando abrazos y necesitando al tiempo soledad –alguien se
preguntará si esto es anormal- pude leer el Libro de los abrazos.
Por
lo visto esas historias eran reales. Por una vez la poesía era lo narrado. Lo
narrado de forma periodística, también poesía. En ocasiones –lo digo por otros
libros- acompañados de dibujos del propio autor.
Estos
tres escritores han compartido además de lengua, ideología: filocomunista o, en
todo caso, de izquierdas. Así revolucionarios de la literatura, no les ha hecho
falta ninguna consigna “creativa” o programática derivada de algún realismo
socialista. Simplemente su camino, que no han querido –o no han sabido-
transitar los literatos de la reacción…
Pues
eso: voy con mi cuerpecito de poeta a coger el bastón de algún otro poeta vivo-muerto.
A hacer algo con nuestras vidas para que estas estén más cerca de la vida que
de la muerte.
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